A
través del presente ensayo se dará a conocer la postura crítica, analítica y
reflexiva del autor sobre el video “Juicio a la Escuela”, el cual fue
presentado en la exposición grupal referida
a “Los métodos y su correspondencia con los enfoques epistemológicos y
los estilos de pensamiento”, donde el rapero Prince Ea, presenta éste video en el cual,
al más puro estilo Sir Ken Robinson, transmite un mensaje desafortunado sobre
qué es la escuela y sobre los fines que ha de buscar. Las ideas del gurú
inglés son las que impregnan y articulan el discurso que se lleva a cabo a lo
largo de todo el vídeo.
En primer
lugar, el vídeo empieza citando una frase que se atribuye a Einstein (citado
por García y Castaño 2014): “Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez
por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un
inútil” (p.s/n). Esta es una frase que, a pesar de que se atribuye a
Einstein, no está muy claro que la llegase a pronunciar, y seguramente forma
parte del acervo de la cultura popular que incluye muchas frases hechas
parecidas sobre animales. Sin embargo, sus ideas no mueven el mundo de hoy en
muchos campos, sino que concuerdan con la mentalidad de los expertos de la
inteligencia.
Seguidamente, en el video se observa en
el estrado a psicólogos, estudiantes y profesores (a los que Prince EA
considera héroes mal pagados y no culpables del sistema, sino sus
víctimas, por decisiones de dirigentes políticos que jamás han dado una clase).
Además, el artista demuestra que en 150 años el sistema educativo, diseñado
para formar a personas que trabajarán en una fábrica, apenas ha cambiado. Por
eso Prince EA pide que “nos pongamos en marcha” para modernizar la educación,
porque “aunque los estudiantes sean el 20% de nuestra población, son el 100% de
nuestro futuro”.
Asimismo, en su discurso ante el jurado, para
Prince el sistema escolar tradicional “convierte a millones de personas en
robots”, y denuncia: “¿cuántos niños se sentirán
identificados con ese pez, nadando contracorriente en clase, sin encontrar
nunca sus talentos, creyendo que son inútiles?”. A su vez,
muestra fotografías de un teléfono, un vehículo y un aula actuales y unos
de hace 150 años, destacando que “nada ha cambiado” en la escuela. Esto
demuestra, prosigue el “fiscal” Prince EA, que la escuela no prepara a los
niños para el futuro, sino para el pasado. Aunque la escuela tuvo su utilidad
para educar a personas que trabajarían en las fábricas, por lo que señala
que “el mundo ha progresado y ahora necesitamos a personas creativas,
innovadoras, críticas e independientes”, por eso pregunta al
sistema educativo “¿por qué tratas a los estudiantes
como cortapastas, sirviéndose de una talla única?”.
Al mismo tiempo, Prince EA no acusa a los profesores, que “tienen el trabajo más importante del planeta,
pero están mal pagados. Los profesores deberían cobrar como los médicos,
porque los médicos pueden salvar la vida de un niño con una cirugía del
corazón, pero un buen profesor puede llegar al corazón del niño y permitirle
que viva de verdad. Los profesores son héroes”. El problema es, entonces, que los currículos “son creados por dirigentes políticos que no han
enseñado en su vida”. Prince EA toma las palabras del inventor
de los tests multirrespuesta (muy implantados en Estados Unidos), que llegó a
decir que “estos tests están poco desarrollados y deberían dejar de usarse”.
Del mismo modo plantea que si se puede
diseñar a nuestra medida la sanidad, Facebook o vehículos, dice Prince EA, “es
nuestra obligación hacer lo mismo con la educación: actualizarla, cambiarla, para sacar el espíritu de todos y cada uno de los
estudiantes. Esa debería ser nuestra tarea”. Prince EA habla
también del envidiado sistema educativo finlandés, que “se centra en la colaboración en lugar de la competitividad”. “Ayudemos a
los estudiantes a alcanzar sus sueños, este es el mundo en el que yo creo, un
mundo en el que a los peces ya no se les obligue a escalar árboles”.
En
cuanto a la frase mencionada, el autor del
presente ensayo está totalmente de acuerdo en que desde la escuela hay que
tener en cuenta las características individuales de cada estudiante: su
contexto familiar, social, cultural, sus necesidades especiales de aprendizaje;
por ejemplo, hay que tener en cuenta las dificultades que van ligadas a la
dislexia, a tener un trastorno del lenguaje, entre otros. También, el video incide
en ideas que van hacia despertar las capacidades y habilidades de los
estudiantes, así como la creatividad y la curiosidad.
Por
tanto, ser inteligente no es saber de números ni de letras, ni siquiera es
saberlo todo: es buscar aquello que gusta y que se puede desarrollar al máximo.
Cada persona tiene sus talentos. Es por ello que se destaca a Kir Robinson (citado
por García y Castaño 2014), quien expone que: “Este potencial es el elemento o
punto de encuentro entre las aptitudes naturales y las inclinaciones
personales” (p.s/n). Es así como Robinson
crítica la educación tradicional porque reprime la motivación innata de aprender, siendo un error
categorizar las asignaturas.
Para
concluir, en la mayoría de instituciones educativas se evalúan los
conocimientos pero no se incentiva la creatividad. Si no hay espacio para la
imaginación los estudiantes se aburren y desmotivan. Por tanto, la creatividad
es el motor de la improvisación, dando rienda suelta a sentimientos y
emociones, por lo que se debe animar a los estudiantes a jugar, a crear, a ser
ellos mismos, a ser originales y descubrir sus talentos. Además, los docentes
deben autoreflexionar sobre su praxis pedagógica para propiciar cambios en
beneficio del aprendizaje de los niños y jóvenes, fomentando la creatividad, la
innovación, y la inventiva.
Referencias
GARCÍA, Pedro., CASTAÑO, F.
(2014). Aprender a Educar (Evitar el Mal
comportamiento y el fracaso escolar). España: Penguin
Random House Grupo Editorial.
Video disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=muhAbVkicEw
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