19 mayo 2019

CONCEPCIONES Y TIPOS DE LIDERAZGO (ensayo)

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA
NÚCLEO TÁCHIRA







CONCEPCIONES Y TIPOS DE LIDERAZGO
 (ensayo)



AUTOR:
MSC.  FRANCISCO CASCIO NIÑO
GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
SAN CRISTÓBAL, ABRIL DE 2019

  Por medio del actual ensayo se abordará la temática concerniente a las concepciones y tipos de liderazgo, la cual se encuentra enmarcada en la catedra de Gestión del Conocimiento, como parte del Doctorado en Innovaciones Educativas. En éste se trabajará con la conceptualización del liderazgo, los tipos de liderazgo, así como algunos planteamientos de la calidad educativa, además de estudiar un caso específico de liderazgo de una organización o institución, planteando unas alternativas de solución.
    Cabe destacar que el liderazgo es un tema vigente y sigue en auge, siendo objeto de diversas teorías, reflexiones y supuestos por distintos teóricos que han abordado la temática en el contexto actual con el fin de lograr los objetivos organizaciones, empresariales e institucionales.  Por tanto, el líder no existe aislado del contexto, sino que desde éste crea y construye. La estructura no determina, pero influye enormemente y genera un punto de partida inevitable a la acción.
      Para Siliceo (2007): “Ser líder es influir en los otros para el logro de un fin valioso” (p.19). Por consiguiente, la influencia es la energía y el proceso que moviliza  a las personas, es decir,  motiva  a los demás para la realización de forma responsable de las metas propuestas a nivel organizacional o institucional. Es por ello que en los grupos, organizaciones, empresas o instituciones siempre destaca a figura de alguien que va tejiendo nexos a través de los cuales promueve la voluntad de un conjunto de personas hacia el logro de sus objetivos. Ese alguien es el líder que asume el compromiso de orientar el rumbo de sus compañeros.
      No obstante, el liderazgo es un fenómeno universal, puesto desde que existen las sociedades se ha requerido de la presencia y guía de un líder, quien es un actor fundamental  en el gran entramado social donde las personan planean y llevan a cabo sus objetivos. Por ende si el liderazgo es un esfuerzo dirigido por alguien sobre los demás en un contexto determinado para lograr los objetivos propuestos, será importante repensarlo en un ámbito más amplio.
     Por tanto, para Viedma (2003): “El liderazgo es el esfuerzo que se efectúa para influir en el comportamiento de los demás con el fin de alcanzar los objetivos organizacionales, individuales o personales” (p.129). En términos generales se entiende al liderazgo como el proceso por el cual una persona despliega su capacidad para influir sobre personas para que trabajen con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común. Esta capacidad es una clara influencia de que el líder ejerce poder sobre los demás.
     Es importante mencionar que en el liderazgo confluyen distintas cualidades tales como la persuasión, el poder, la influencia, el entusiasmo, la motivación dirigida al logro de metas comunes, y la comunicación, entre otros aspectos. Por ello, es indispensable que el líder tenga estas habilidades  y que posea la voluntad de desarrollarlas en su proceso de formación, lo que le permitirá obtener satisfacciones y avances en su experiencia como líder de una organización o institución.
   Se debe resaltar que líderes hay y debe haberlos en todas las facetas de la vida porque cuando un grupo está adecuadamente liderado, es mucho más fácil y sencillo llegar a las metas trazadas y además, disfrutar en el proceso. Es por esta razón que el liderazgo está absolutamente ligado a las cualidades y habilidades interpersonales de los protagonistas para asumir las labores profesionales que son de su responsabilidad bajo un prisma de motivación, construcción de equipo, la capacidad de influir y que todos aprendan de todos en pro del proyecto y la institución.
      Es así como un buen líder, tomará como premisa cumplir con sus tareas y que el equipo a su cargo también lo haga, pero para ello tomará herramientas muy diferentes a las que venía utilizando un jefe de los de antes. Para eso, se han desarrollado diversos tipos de liderazgo que sustentan dichas acciones. White y Lippitt (citado por Gil 2007):

Estudiaron tres tipos de liderazgo: el autocrático, el democrático y el laissez faire. En el primer caso casi todas las decisiones las toma el líder; en el segundo, las decisiones se someten prioritariamente al grupo, hay mayor libertad de acción y las recompensas tienen más que ver con el grupo; y en el caso último, el grupo goza de una gran libertad, el líder prácticamente no participa, no facilita información y no evalúa la actividad de los subordinados. (p.313)
    En consonancia con lo expresado, el tipo de liderazgo autocrático permite que los supervisores tomen decisiones y fijen las directrices sin la participación del grupo, donde el líder concentra todo el poder y nadie desafía sus decisiones. Por su parte, el liderazgo democrático o llamado liderazgo participativo, es donde se promueve el diálogo entre sus seguidores para tener en cuenta las opiniones del grupo, pero la decisión final la toma el superior.  En el caso del líder laissez-faire, también conocido como liderazgo delegativo, es un estilo de no intervención, el nombre hace referencia a la palabra francesa “dejar pasar” o “dejarlo ser”. El líder laissez-faire interviene solo cuando es necesario y con la menor cantidad de control posible.
     Sin embargo, Lewin, Lippity y White (citado por Aydub 2010) desarrollaron la siguiente tipología en los estilos de liderazgo:
Autocrático: las políticas, dirección, técnicas de trabajo y actividades son decididas por el líder sin tener en cuenta la opinión del grupo, destacan la obediencia, lealtad, y emergen a través del ejercicio del poder.  Democrático: las políticas y decisiones son discutidas y tomadas por el grupo bajo la asistencia del líder, quien es un instrumento para promover el bienestar del grupo y está abierto a las opiniones.  Laissez-faire: el líder no participa en el grupo, otorgando total libertad a los miembros de decidir y actuar, la personalidad es despegada, cautelosa, introvertida, indecisa conformista e irracional. (p.33)
    En tal sentido, el liderazgo autocrático puede ser eficaz en ambientes laborales en los que las decisiones necesitan tomarse rápidamente, así como con trabajadores que requieren una supervisión sobre las actividades, puesto que al eliminar la tendencia a relajarse, puede aumentar la productividad y velocidad en las tareas. En cambio, el liderazgo democrático se gana al equipo porque los trabajadores contribuyen en el proceso de decisión, sintiéndose como parte de la compañía y de los cambios que puedan producirse en la organización, mejorando su afiliación y compromiso con la empresa, su productividad y capacidad de innovación. Pero, en el liderazgo Laissez-faire la autonomía es liberadora, mejora la creatividad y ayuda a sentirse más satisfecho con el trabajo que se realiza. Este tipo de liderazgo puede ser usado en situaciones donde los subordinados tienen entusiasmo y gozan de una alta motivación intrínseca.
      Con referencia a un caso institucional, se ha observado un líder que ejerce su posición de acuerdo a las políticas, dirección, técnicas de trabajo y actividades sin tener en cuenta la opinión ni planteamientos del grupo, destacando la obediencia, lealtad, y a través del ejercicio del poder. Asimismo, este tipo de liderazgo está marcado por la falta de libertad comunicacional y de movimientos en el grupo. Todo recae sobre el líder, como el triunfo de los  buenos actos,  pero en el caso de la responsabilidad de los errores, se suele derivar hacia los miembros de la estructura organizacional.
     Es así como este ejemplo de líder se identifica con el liderazgo autocrático, el cual permite controlar y tomar decisiones sobre muchos aspectos de la estrategia y las dinámicas de trabajo habituales. El líder autocrático tiene mucho poder y nadie puede ni debe desafiar sus decisiones. Por tanto, no es un liderazgo abierto ni democrático sino que es unidireccional: el jefe manda, y los empleados obedecen las órdenes. En este tipo de liderazgo la comunicación asertiva no existe y los miembros del equipo se limitan a cumplir órdenes y no sienten libertad ni siquiera para plantear sugerencias o estrategias diferentes a la marcada por el líder. Este tipo de liderazgo genera un alto nivel de rotación de personal y no suele funcionar demasiado bien entre equipos de profesionales cualificados.
     En virtud de esto se propone que el líder debe asumir y formarse para un liderazgo democrático, llamado también participativo, en el cual como su propio nombre indica, todos participan, y es un tipo de relación muy saludable porque todos los miembros del grupo aportan sus puntos de vista e intervienen en las decisiones a tomar. Hay una colaboración activa por parte de todos los integrantes y el líder es un modelo de referencia,  así como de admiración, pero todos se sienten libres de participar en igualdad de condiciones. La premisa más importante es que hay un diálogo constante entre todos que favorece la consecución de los objetivos marcados y por ende, a la institución.
     Es importante mencionar que ese líder en la institución educativa debe responder a los fines educativos, como lo es en suma importancia el lograr la calidad educativa, para lo cual Bonilla (2014) considera que:
La calidad de la educación es para garantizar que nuestro sistema educativo enseñe, investigue y aplique los conocimientos de punta para formar generaciones que lideren la independencia económica, tecnológica, científica y del conocimiento en general con conciencia de los valores de la justicia social y la armonía con el ambiente (p.65)
     Por consiguiente, desde la perspectiva político-pedagógica se debe continuar batallando con la histórica posición de la izquierda anticapitalista en torno a la calidad de la educación, que no es otra que una educación para la ciudadanía, con profunda pertinencia respecto a las necesidades locales y que “sirva para lo que dice servir”; es decir, para formar un hombre con conciencia crítica, comprometido con el destino independiente de su país. Para la sociedad venezolana fue una muy buena noticia que se retomara el debate sobre la calidad desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación, abriendo una consulta nacional que permitió reflexionar sobre los alcances y aspectos mejorables que permitan alcanzar una educación integral para los niños y adolescentes.
       Para finalizar, es fundamental que desde las instituciones educativas se fomente la formación de líderes que permitan la participación de toda la comunidad educativa para alcanzar los fines planteados, al tomar en cuenta todos los actores sociales que hacen vida dentro y fuera de ellas como parte de un colectivo que tiene como objetivo fundamental la formación de un ser integral. Igualmente, se debe seguir reforzando  la actualización y perfeccionamiento de los líderes para que cada vez estén mejor y más preparados y así tengan las habilidades y capacidades que les permitan enfrentar los restos que impone la sociedad a diario en materia educativa.

REFERENCIAS
AYDUB, Luis (2010). Estilos de liderazgo y su eficacia en la administración pública mexicana. Carolina del Norte: Ediciones Lulu Enterprises.

BONILLA, Luis (2014). La Calidad de la Educación. Caracas: Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria.

GIL, María (2007). Cómo Crear y Hacer Funciona una Empresa. Madrid: ESIC Editorial.

SILICEO, Alfonso (2007). Líderes para el Siglo XXI. México: Editorial McGrawHill

VIEDMA, José (2003). La excelencia Empresarial. México: Editorial McGrawHill



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